Mons. Ojea: 'Servir y amar al Señor con el corazón de María y las manos de Marta'

  • 23 de julio, 2025
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo emérito de San Isidro se refirió a la hospitalidad y recordó que "el que llega a nuestra casa necesita hablar y ser escuchado. Esto es lo que hacía María".

Monseñor Oscar Ojea, obispo emérito de San Isidro, compartió su reflexión para el décimo sexto domingo del tiempo durante el año.

En su mensaje, recordó que "hoy tenemos a través de la Palabra de Dios el gran tema de la hospitalidad, tan importante en el mundo de la Biblia y tan difícil en el mundo actual. Vemos estos tres personajes que se presentan a Abraham, y Abraham prácticamente les ruega que no pasen de largo, que se queden con ellos. En realidad, él sabía que la visita de un extraño, de un extranjero, conllevaba un regalo, una promesa; y así fue".

"Estos hombres le prometen que Sara va a tener un hijo y Abraham se queda de pie junto a ellos. Es una actitud de un enorme respeto y delicadeza por el que viene a visitarnos. Y en el Evangelio, Jesús es escuchado por María. El invitado, el huésped es escuchado. No podemos invitar a alguien a nuestra casa y empezar a hablar solo de nuestras cosas; tenemos que escucharlo. El que llega necesita ser escuchado", resaltó monseñor Ojea. 

Además, aseguró que es "difícil hoy en el plano social escuchar a los migrantes. Ellos necesitan sacar de adentro tantas historias, tantas cosas que comunicar. El que es hospedado necesita hablar y necesita ser escuchado. Esto es parte fundamental de la hospitalidad. Esto es lo que hacía María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra".

"El Señor -dijo- no va a contraponer esta actitud a la actitud de Marta que servía y que se queja, sino que el Señor quiere remarcar entre estas dos actitudes, la contemplativa de María y la activa y servicial de Marta. El Señor quiere destacar que no estemos absorbidos, que no estemos tomados solo por la actividad".

Recordó que el papa Francisco solía decir que la Palabra de Dios se escuchaba con la mente, con el corazón y se llevaba a las manos. "María representa la mente y el corazón que escucha la Palabra de Dios, pero esa oración se cristaliza en el servicio de caridad. No es completa si no llega a las manos, decía el Santo Padre. Entonces, sí verdaderamente Marta representa esas manos serviciales".

El obispo emérito de San Isidro invocó a la Virgen Santísima "que nos haga servir y amar al Señor con el corazón de María y con las manos de Marta, con un auténtico espíritu contemplativo, deseosos de escuchar su Palabra. Pidámosle que esta Palabra baje siempre a nuestras manos para que seamos coherentes con lo que decimos que creemos. Que Dios los bendiga".+