La catedral patriarcal de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana (UGCC) resultó dañada como resultado de un ataque masivo con aviones no tripulados en la ciudad de Kiev, la noche del 25 de noviembre.
No será un año de "grandes acontecimientos", sino de opciones personales de fe y caridad, aseguró la Conferencia Episcopal de Turquía en su carta pastoral dirigida a la comunidad católica.
El observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, Ettore Balestrero, subrayó el apoyo de la Iglesia al desarrollo humano, y la promoción de la paz y la prosperidad en todo el continente.
Se acentúa la tendencia alcista que se viene dando en los últimos años con respecto a esos ataques, según el último informe del Observatorio para la Libertad Religiosa.