El arzobispo porteño explicó que "peregrinación" significa "atravesar campos o fronteras" y animó a cruzar aquellas que generan distancias, ya sean ideológicas, culturales, afectivas o geográficas.
El obispo de Formosa recordó que en agosto se celebra el misterio de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, el cuarto glorioso del Rosario, al que invitó a conocer y creer de verdad.
El arzobispo de Mendoza exhortó a los cristianos a vivir "atentos, vigilantes y disponibles, con un corazón verdaderamente libre para responder a lo que Él nos pide".
El arzobispo agradeció el servicio de los diáconos permanentes en la Iglesia, a quienes definió como "presencia visible de Aquel que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida por todos".