En su mensaje para esta cuaresma, el arzobispo de Rosario anima a "volver nuestra mirada al Señor, a revisar nuestra vida y abrirnos al gran perdón, a la gran misericordia que Dios nos quiere brindar"
El arzobispo porteño anima a la conversión personal a fin de que "nuestras palabras construyan fraternidad" y "nuestra mirada sea misericordiosa con los demás".
En su reflexión dominical, el obispo emérito de San Isidro animó a construir una comunidad de hermanos desde la verdad, la caridad y una humildad para con el prójimo.
El arzobispo cordobés destacó la importancia de la mirada compasiva de Jesús, e invitó a los fieles a seguir el ejemplo de Francisco y su actitud hacia los frágiles y necesitados.