El pontífice pidió por aquellos que sufren a causa de la violencia y se encuentran en estado de sufrimiento y necesidad. También recordó la beatificación de Licarion May, asesinado por odio a la fe.
En el Ángelus, el pontífice recordó que, siguiendo el ejemplo de Jesús, cada uno está llamado a "llevar consuelo y esperanza, especialmente a quienes están desanimados y decepcionados".
El Papa presidió su primera misa en una parroquia de allí, donde reflexionó sobre el buen samaritano y recordó que "prójimo" es todo aquel que encontramos en el camino de la vida, sin distinción.
El Papa recibió a los participantes de los capítulos generales de varios institutos religiosos en Castel Gandolfo