El arzobispo de Mendoza advirtió sobre la codicia y llamó a vivir una fe coherente que rechace la corrupción y la explotación, priorizando a Dios por encima de los bienes materiales.
En la audiencia general, el Papa continuó su catequesis sobre los pecados capitales y reflexionó sobre el vicio de la avaricia, que afecta tanto a quienes tienen mucho como a los que tienen poco.
Discurso al personal del Instituto "Cassa Depositi e Prestiti" de Italia, a quienes recibió en audiencia este lunes