 
            "La pandemia del Covid-19 pone a innumerables personas al borde de la desesperación. Es preciso acudir al Corazón misericordioso de Jesús y agudizar nuestro sentido de la fe", sugirió.
 
                        "Al desearnos una Pascua feliz, renovadora de nuestra vida -afligida hoy por la persecución y el martirio- nos comprometemos a ofrecer su Buena Noticia a nuestros coetáneos", afirmó.
 
                        "La Semana Santa es una ocasión invalorable para renovar la vida cristiana. Para ello es preciso simplificar nuestra personal participación, orientándola a Quien es su centro: Cristo", precisó.
 
                        El arzobispo emérito de Corrientes pone el acento en esos calificativos del padre adoptivo de Jesús y esposo de María Virgen, e invita a conocer el "misterio personal" de un hombre pobre y excepcional