El arzobispo consideró que el país necesita "más que nunca" del testimonio cristiano que "no se desentiende, indiferente, ante las carencias y necesidades de los más pobres".
El arzobispo compartió sus sensaciones y lamentó que esta instancia sinodal esté atravesada por el dolor de la guerra. Expresó su cercanía por las dificultades económicas y la incertidumbre electoral.
El arzobispo de Mendoza invitó a rezar por ellos para que "sean muy felices y muy plenos". También reflexionó sobre la jornada electoral en la provincia y recordó que votar es una responsabilidad.
El arzobispo de Mendoza también alentó a "perdonar siempre" para que la familia no esté atravesada por rencillas y enfrentamientos permanentes y para que las sociedades "no se vuelvan cuevas de odio".