Las diócesis se movilizaron rápidamente con redes de solidaridad y asistencia. "La tormenta no acaba con la esperanza", aseguran los voluntarios.
Un balance de la organización caritativa internacional, arroja 2.421 víctimas civiles, 3.389.044 refugiados (incluidos al menos 1.500.000 de niños) y casi 6.500.000 de desplazados internos.