"Ha llegado el momento de que los líderes alcen sus voces y hagan todo lo necesario para detener esta tragedia, humana y moralmente injustificada", denunció el patriarcado en un comunicado.
En medio de la guerra, ocho niños de la única parroquia católica en Gaza, recibieron su Primera Comunión. Una prueba más de la fe inquebrantable de esa pequeña comunidad.
Lamentó que dos mujeres fueran asesinadas por francotiradores y denunció el ataque a la casa de las hermanas de la Madre Teresa. Recordó a los migrantes y destacó el ejemplo del beato Eduardo Pironio.