Se trata de la catedral de la Santa Madre de Dios en Ani, antigua capital del reino armenio, que según los medios turcos próximamente se convertiría en la "Mezquita de la Conquista".
Al concluir la oración mariana, Francisco volvió a dirigir un pensamiento "al pueblo ucraniano torturado" y a "toda tierra ensangrentada por la guerra".
La bendición de los insumos donados por el pontífice tuvo lugar ayer en el Ordinariato de los Católicos Armenios en Kanakar, Armenia en presencia del nuncio apostólico.
Es preciso protegerlos de posibles abusos y represalias, asegurando al mismo tiempo su libertad de culto, pide el CEMO-MECC en un comunicado.