 
            La decisión la adoptó el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Mons. Mauricio Landra fue nombrado delegado pontificio para ejecutarla.
 
                        El obispo de Río Gallegos asumirá todos los derechos y deberes que hasta ahora tenía el superior general y el Consejo del Instituto de derecho diocesano Miles Christi.