Francisco envió sus condolencias por el último tiroteo masivo en Lewiston (Maine), calificándolo de "tragedia indescriptible".
El pontífice encabezó la oración por la paz en la Basílica de San Pedro, a la que se sumaron creyentes de todo el mundo, y pidió que María nos enseñe a "acoger y cuidar toda vida humana".
Francisco se mostró "profundamente entristecido" al enterarse del desastre natural que azotó México, donde al menos veintisiete personas perdieron la vida.
El vocero vaticano informó que el pontífice confió al Dicasterio para la Doctrina de la Fe la tarea de examinar el caso, y decidió "derogar la prescripción para permitir que se desarrolle un proceso".