El arzobispo de Córdoba invita a amar la pequeñez y a comprender que es el camino para la verdadera grandeza: "Pedimos al Señor esta gracia, se lo pedimos especialmente yendo al pesebre".
Fue en la apertura solemne de la Puerta Santa en la catedral Nuestra Señora de la Asunción. Concelebraron los obispos auxiliares Álvarez, Seirutti y Musolino y sacerdotes del clero cordobés.
La jornada, que reúne a personas que no tienen con quien compartir la Nochebuena, regresó con la esperanza de ofrecer un momento de calidez y comunidad a los que más lo necesitan.
Los agentes pastorales animan a un mayor esfuerzo para lograr "un diálogo fecundo, para encontrarnos en las diferencias y creyendo, con realismo, que es posible un futuro mejor".