El Papa invitó a "seguir rezando por la grave situación en Palestina e Israel". En particular, pidió que se permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y que se libere a todos los rehenes.
Implora a la comunidad internacional que aproveche su influencia para "poner fin rápidamente a la guerra y se esfuerce por encontrar una solución justa para todas las partes implicadas".
Francisco lamenta el ataque al hospital anglicano y a la iglesia ortodoxa, ubicados en Gaza: "¡Hermanos, deténganse!", exhortó.
Los heridos fueron acogidos en la parroquia católica de la Sagrada Familia, ubicada en la misma ciudad. Así, otras 500 personas se refugiaron en esa iglesia latina.