Al sugerir que la Cuaresma presenta una oportunidad para "la conversión y la renovación interior", Francisco alentó a cuidar a nuestros hermanos más necesitados.
El Papa rezó por la paz en Medio Oriente y Ucrania, condenando los bombardeos contra civiles, y recordó a las víctimas del Holocausto, afirmando que "el odio y la violencia nunca pueden justificarse".
Francisco convocó a rezar por la liberación de las seis religiosas en Haití. Pidió también una oración por la unidad de los cristianos en el mundo, y por la paz en Ecuador, Ucrania y Tierra Santa.
En una carta enviada al arzobispo mayor de los greco-católicos, Francisco calificó de "indignos e inaceptables" los ataques masivos de Rusia a Ucrania del 29 de diciembre y el 2 de enero.