Fue durante un retiro en la parroquia Virgen de Caacupé, donde quienes realizan esta misión reflexionaron junto al arzobispo porteño sobre la responsabilidad y desafíos de la tarea evangelizadora.
El arzobispo de Buenos Aires invitó a pedir que sean escuchados los clamores de tantas mujeres por sus hijos y de los niños, "especialmente por aquellos que están viviendo mayores injusticias".
El arzobispo de Buenos Aires planteó hacerse varias preguntas sobre la realidad, a partir de la imagen del texto del Evangelio dominical, y animó a rezar "mucho" por el país.
El arzobispo presidió la misa en el santuario de Liniers, donde aseguró que el pueblo "va por más" y lo hace con mucha fe y pese a la exclusión, la inflación, el desencanto y los "sueños rotos".