Las diócesis se movilizaron rápidamente con redes de solidaridad y asistencia. "La tormenta no acaba con la esperanza", aseguran los voluntarios.
Los templos de la diócesis de Novaliches en Metro Manila abrieron sus puertas como refugios de emergencia. Mientras el país está en alerta y se aceleran las operaciones de rescate.
Francisco remitió un primer aporte de 100 mil euros para los damnificados tras el paso del tifón Rai y otra suma similar a Cáritas Polonia, para hacer frente a la emergencia migratoria fronteriza.
La Iglesia en Filipinas celebra el nacimiento de Cristo "con caridad, misericordia, compasión y generosidad", hacia los damnificados por el reciente tifón Odette.