La Red de instituciones católicas advierte sobre el impacto de las guerras en la trata de personas y destaca los riesgos para los niños, jóvenes y mujeres, migrantes y refugiados.
Se trata de una invitación, realizada a los jóvenes y a las personas de buena voluntad de todo el mundo, a unirse y generar un impacto tangible para erradicar ese atroz delito.
En la Semana de Oración y Concientización contra la Trata de Personas, el pontífice recibió en la Casa Santa Marta a una delegación de esa red de religiosas, dedicada a combatir la Trata de Personas.
La iniciativa anticipa la celebración de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión sobre el tema, que se realiza cada año el 8 de febrero, fiesta de santa Josefina Bakhita.