Sábado 7 de diciembre de 2024

Obispos argentinos valoran la misión del Periodismo en la construcción del bien común

  • 7 de junio, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Con motivo del Día del Periodista, los prelados hicieron llegar sus saludos y animaron a los profesionales de prensa a favorecer la cultura del encuentro y la búsqueda de la verdad.
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En el Día del Periodista, obispos argentinos hicieron llegar sus saludos a quienes encarnan la misión de difundir información ejerciendo un compromiso con la verdad, ayudando a comprender el mundo y haciéndolo más luminoso.

El obispo de San Luis y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Gabriel Barba, envió un videomensaje para saludar a los periodistas, en el que les agradece por su labor, por su entrega y por su compromiso.

“Deseo que Jesús sea el que los ilumine a cada uno de ustedes y, sobre todo, los sostenga en tiempos difíciles”, expresó, y los animó a buscar el buen camino: “Busquen siempre la verdad, busquen siempre el compromiso de la vida que, sin duda, siempre los llevará a la integridad de vida, a la realización como personas y como profesionales”.

“Que transiten siempre el buen camino, que sean cuidadores y testigos de la verdad, y que se comprometan siempre por la vida en todas sus dimensiones”, anheló.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) los saludó a través del secretario general, monseñor Alberto Bochatey OSA, administrador apostólico de La Plata, quien compartió un desayuno con periodistas de medios de la región este jueves 6 de junio en la sede arzobispal.

En la antesala del Día del Periodista, destacó la tarea que realizan diariamente, “que cada vez cobra mayor importancia en la sociedad”. También citó algunos puntos que el Papa Francisco recomienda para ejercer la labor periodística con responsabilidad, compromiso y servicio por el bien común.

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor Sergio Fenoy, y el equipo de comunicación arquidiocesano consideraron que el periodismo “tiene en sus manos y en su trabajo una potencia ‘humanizante’, que vale la pena considerar”. En ese sentido, destacaron “el espíritu libre y creativo de quien se detiene ante la realidad, la escruta con su mirada, y pone el cuerpo y el alma para comprehenderla”, algo que “nunca podrá ser reemplazado por un conjunto de algoritmos”.

Además, animaron a los trabajadores de la comunicación a “redescubrir y cultivar más el principio de realidad, la observación atenta y respetuosa de los hechos, la apertura al otro y a sus razones, entendiendo que la realidad compleja y llena de matices es siempre superior a la idea abstracta, sintética, muchas veces reductiva y polarizada”.

“Nuestra responsabilidad para hacer de este mundo un lugar más cálido, más humano, más fraterno, es irrenunciable”, exhortaron, y alertaron contra “la tentación de caer en la desinformación, la calumnia, la difamación o la coprofilia -el amor al escándalo, a la inmundicia que vende-“.

“Sabiendo que tenemos en nuestras manos un precioso talento para la construcción de una civilización que apueste por la armonía y la paz, les deseamos un Feliz Día del Periodista, con el anhelo de que seamos, cada uno desde su lugar de trabajo, sinceros buscadores de la comunión, a partir de la escucha y diálogo que brotan desde la sincera apertura del corazón humano”, concluyeron.

El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, expresó su cercanía con todos los trabajadores de prensa, dando gracias a Dios por los dones y talentos “puestos al servicio del bien común” en la importante misión de mantener informada a la comunidad.

En esta celebración “damos gracias a Dios por ese talento que ustedes recibieron y lo supieron cultivar profesionalmente; no lo escondieron, sino que lo pusieron al servicio de la Iglesia, la sociedad y al servicio de la humanidad”, destacó.

Sobre el final del mensaje expresó: “¡Gracias por poner sus vidas, su tiempo y su talento al servicio del bien común!”. Al impartir su bendición sobre cada uno de los periodistas y sus familias expresó: “Pido a Dios que bendiga a todos y a cada uno de ustedes, que les retribuya el ciento por uno, por su entrega y por su servicio”.

El obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ, recordó este día especial para quienes forman parte de los medios de comunicación y compartió una reflexión de Francisco durante la 58° Jornada Mundial de Comunicaciones Sociales 2024.

Instándolos a “no ponerse rígidos ante lo nuevo”, en palabras de Romano Guardini, el Papa expresó: “En esta época que corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana.”

Por su parte, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, envió sus saludos a través de un video. En sus palabras, manifestó: "La buena salud de la democracia requiere un periodismo también robusto y con buena salud, que solo lo pueden llevar adelante personas buenas, honestas y que buscan ellas mismas servir al bien común.”

Además, puso el foco en la realidad difícil que viven los argentinos y reflexionó: "Me consta las dificultades que significa llevar adelante la profesión de ustedes en medio de muchos intereses muchas veces contrapuestos (económicos, ideológicos políticos, personales). También las dificultades laborales que hoy significa llevar adelante la vocación de ustedes”.

“Pero lo que siempre hace la diferencia es la calidad ética y humana de las personas que buscan la verdad y de esta manera bien común”, animó.

Los obispos de Quilmes, Carlos Tissera y Eduardo Redondo, saludaron a los periodistas y personal de los medios de comunicación del territorio diocesano y expresaron su agradecimiento por “el enorme compromiso por su trabajo que transforman en servicio para toda la sociedad. Por cada vez que defienden los derechos de los más débiles, humanizan la comunicación y son garantes de la verdad”.

Los prelados quilmeños expresaron asimismo su deseo de que “siempre puedan obrar con sabiduría para orientar los sistemas de inteligencia artificial a una comunicación plenamente humana”, y rogaron a Dios “por sus familias y por las fuentes de trabajo”.+