Olga Fernández Latour de Botas, mujer de fe
- 29 de octubre, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Integrante de tres academias nacionales, investigadora del folklore argentino, prolífica autora de libros y artículos, docente de la UCA, falleció a los 90 años.
Olga Fernández Latour de Botas
A los 90 años falleció Olga Fernández Latour, integrante de tres academias nacionales (de la Historia, de Letras y del Folklore), profesora que realizó una enorme tarea de investigación sobre la tradición nacional, imbuida de una profunda fe católica.
En la Universidad Católica Argentina (UCA dirigió el Centro de Estudios Folklóricos Dr. Augusto R. Cortazar y en la Universidad del Salvador (USAL) condujo la cátedra extracurricular de Etiología Cultural Argentina Prof. Bruno C. Jacovella.
Discípula dilecta del maestro Cortazar (1910-1974), profundizó en la línea de esas dos grandes figuras mencionadas, en la búsqueda incansable de versos, danzas, cantos, historias, modalidades lingüísticas de la cultura del pueblo argentino, que valoró, ponderó y expuso en múltiples cursos, clases, libros y artículos.
Unió la observación atenta y amorosa de las costumbres de su tierra a su contextualización científica dentro de la cultura general, al estudio antropológico.
Estudió en la Facultad de Filosofìa y Letras de la Universidad de Buenos Aires y se doctoró en Letras en la USAL con una tesis muy bien documentada sobre la devoción mariana en el folklore nacional. Seleccionó textos de su tesis doctoral y los reunió en el libro "¡Achalay, mi Virgen! María en el folklore argentino", que se publicó en 2014 con prólogo del entonces rector de la UCA, monseñor doctor Víctor Raúl Fernández.
Entre sus innumerables trabajos se cuentan "Cantares históricos de la tradición argentina" (1960), su primer libro, que concluyó a sus 25 años; "Aproximación a los valores de la cultura popular tradicional" (1994) y "Cantares históricos argentinos (2001)", e incursionó, en colaboración con otros autores, en el léxico de los bailes criollos y del tango, en la poesía e historias gauchescas.
Promovió la cartografía cultural -la ubicación geográfica de usos y costumbres- desde el vasto programa Atlas de la Cultura Tradicional Argentina. Recuperó en microfilmes, que donó en 1998 a la Academia Nacional de la Historia, unos códices lingüísticos elaborados en el siglo XVIII por misioneros jesuitas con gramáticas y vocabularios aborígenes, que se conservan en una biblioteca de Módena, Italia.
Entre otras distinciones, recibió el Premio Konex de Platino, en Letras (1994); la Orden de las Palmas Académicas de Francia (2004); el Gran Premio de Honor de la Academia del Folklore y la Pluma de Plata del PEN Club Internacional. Su libro "Prehistoria de Martín Fierro" (1977) recibió el Primer Premio Nacional de Lingüística, Filología e Historia de las Artes y las Letras, otorgado por un jurado formado por Ángel Battistessa, Raúl H. Castagnino y Federico Peltzer.
La invitaron a dar conferencias distintos centros de estudios de los Estados Unidos, Francia, Alemania y otros países.
Fue directora de Educación Artística de la Nación y vicerrectora de la Escuela Nacional de Danzas Folclóricas, de la que había sido la mejor egresada en 1953. También impulsó becas, concursos para jóvenes estudiantes y un premio anual a la amistad argentino-francesa desde la Fundación Ferlabó (nombre que sintetizaba su apellido Fernández Latour de Botas), formada sobre bienes de su patrimonio familiar.
Había nacido el 27 de marzo de 1935, en el seno de un ambiente familiar culto. Su padre, Enrique Fernández Latour, funcionario en la embajada de Francia, era amigo de Jorge Luis Borges, de Oliverio Girondo, de Xul Solar y otros escritores, recordó el escritor Antonio Requeni.
Olga Fernández Latour de Botas fue también "una de las primeras y mejores profesoras de la Diplomatura de Cultura Argentina del CUDES (Centro Universitario de Estudios)", iniciada en 2010, según apreció su director, Roberto Bosca. Y el historiador Miguel Ángel De Marco -que presidió tres veces la Academia Nacional de la Historia, que ella integraba- expresó: "Fue una eminente folkloróloga, autora del insuperable libro "Cantares históricos de la tradición argentina" y una entusiasta difusora de los poetas populares de los tiempos de la independencia. Era una persona brillante en todo aspecto y su labor académica fue notable".
Profesora de honda vocación docente, hasta sus últimos años transmitía entusiasmo y vibración juvenil al desplegar los temas culturales, y su trato era sumamente dulce, respetuoso, amable con los demás. Su visión de fe cristiana sobre las realidades humanas, arraigada en la convicción en la Encarnación del Hijo de Dios, Jesucristo, y su tierna devoción a María se transparentaban en la orientación de toda su vida. "La fe me ha llevado plasmar en libros estudios relacionados con distintos matices del cristianismo, del culto católico", manifestó en una entrevista.
Al fallecer era viuda, luego de un largo y feliz matrimonio con Enrique Botas; tuvieron tres hijos. El sepelio se realizó el lunes 20 de octubre en el cementerio parque Memorial, en Pilar. (Jorge Rouillon)
