"Pidámosle a Dios con fuerza que nos ayude a encender una vez más la alegría, la esperanza y la fraternidad, para poder iluminar mi vida y también iluminar la de los demás", sugirió el arzobispo.
El presidente del Episcopado citó al futuro beato, que aseguraba que a la vida había que "amarla, entregarla y esperarla" para que sea verdaderamente plena; y lo recordó como un "hombre de esperanza".
El arzobispo contó que, con esa actitud, el Episcopado en pleno fue al santuario de la Virgen de Luján y reiteró la convocatoria a rezar la Oración por la Patria el próximo viernes 17 de noviembre.
El arzobispo recordó que "los cristianos han recibido, con el Bautismo, la misión de ser lámparas encendidas", y advirtió sobre el riesgo de tener "una carga significativa de 'lámparas apagadas'".