El arzobispo invitó a rezar con humildad y reconocer la propia fragilidad, sin compararse con los demás ni creerse superior. "Dios no nos quiere porque seamos buenos, sino porque Él es amor", dijo.
León XIV animó a los fieles, durante el rezo del Ángelus dominical, a reconocer honestamente sus propios errores y así contribuir a la construcción del Reino de Dios.
El obispo de San Francisco reconoció que los cristianos como pecadores, a veces somos "más fariseos; otras más publicanos", y consideró que tal vez no nos vendría mal un baño de humildad.
Lo afirmó el arzobispo Ángel Rossi (Córdoba), al recordar que Brochero decía: "Estos trapos que llevo encima no indican nada; si no tengo caridad. Si no tengo caridad, ni siquiera llego a cristiano".