Es el padre Carlos Saúl Jaimes Guerrero, que fue secuestrado el 17 de junio en una zona rural del municipio de Viotá, en el Departamento de Cundinamarca. Está en buen estado de salud.
Así lo exclamó el padre Juan Antonio Solórzano, vicario regional de la Orden en la Argentina. "Esto nos llena de gozo, orgullo y esperanza", expresó en una carta a las comunidades.
Como lo hacía habitualmente, el pontífice compartió la misa y el almuerzo con sus hermanos agustinos, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El prior general, fray Miguel Ángel Hernández OAR, expresó la comunión plena con el nuevo pontífice, asegurándole oración, obediencia y servicio a la Iglesia.