Con una misa solemne presidida por el Card. Poli, el templo jubilar se convirtió en un lugar de peregrinación, reuniendo a miles de fieles. Monseñor García Cuerva presidirá la misa central.
"El Señor ilumina nuestras angustias y oscuridades, el Señor nos sostiene más allá del todo. Y, atravesando todas las tormentas, Él, como ancla, es nuestra esperanza", recordó el arzobispo porteño.
Maximiliano García, Nicolás Bouza, Víctor Grinenco, Mariano Palavecino y Alejandro Patriarca fueron ordenados por el arzobispo García Cuerva. "Sean diáconos de la sinodalidad", les pidió.
El arzobispo de Buenos Aires rogó que "el ayuno, la entrega, la limosna, el dar a los demás, puedan ser herramientas para vencer las tentaciones que aparecen en este tiempo".