Martes 9 de septiembre de 2025

Card. Rossi: la lógica de la cruz y la sabiduría del amor

  • 9 de septiembre, 2025
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre la carta de san Pablo a Filemón y el llamado evangélico a cargar con la cruz. También recordó a los nuevos santos jóvenes canonizados en Roma.
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El cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba, presidió la misa dominical en la parroquia Santa María Reina de la Paz, en una Eucaristía concelebrada por el presbítero Munir Bracco, en el marco de sus fiestas patronales. 

Las celebraciones habían comenzado el sábado por la tarde, con una procesión y misa, y el domingo inició con la Misa Radial, que fue presidida por el arzobispo local.

Luego de la celebración, la feligresía compartió el desayuno en comunidad y recibió la bendición del cardenal, quien saludó cordialmente a toda la comunidad.

Durante la homilía, el purpurado cordobés explicó que seguir al Señor implica atravesar la cruz, que no es el punto final ni una opción por el dolor, sino un paso, y aseguró que los misterios no son para ser entendidos sino para ser abrazados.

Mencionó que muchas veces los dolores están vinculados a pérdidas, como la de seres queridos, el trabajo, la inocencia o la salud, y habló sobre la necesidad de abrazar la cruz y no cargarla a otros. Recordó que Jesús invita a seguirlo a Él por encima de todas las cosas, incluso de la propia cruz.

La lógica de la cruz
El cardenal Rossi afirmó que la lógica de la cruz no es la del sufrimiento por sí mismo, sino la del amor. Planteó que el sufrimiento solo madura a quien lo acepta, y que aceptar no significa que caiga bien. Señaló que hay quienes enfrentan el sufrimiento con dignidad y otros con quejas; y mencionó que, ante algunos enfermos, uno tiene la impresión de estar frente a un altar y, ante otros, ante monumentos de exigencias.

Relató ejemplos concretos como madres junto a las cunas en hospitales, esposas o madres que hacen filas en las cárceles para visitar a un familiar, y familias que se reinventan ante una crisis económica, e indicó que el dolor puede generar unidad familiar, y que el sufrimiento puede convertirse en gracia cuando lleva a descubrir el amor.

El arzobispo subrayó que el amor verdadero pasa por el tiempo y el dolor, y que no hay verdadero amor sin vía crucis. En este contexto, destacó el testimonio de muchas personas que cargan con sus cruces cotidianas: trabajadores, madres, enfermos, estudiantes, abuelos.

En relación con la advocación de la Virgen de la Paz, el cardenal se refirió a la guerra y la necesidad de no desentenderse de lo que sucede en el mundo. Dijo que hay microguerras locales que también deben ser superadas. Citó a Miguel Hernández: "Tristes guerras si no es el amor la empresa. Tristes armas si no son las palabras. Tristes hombres si no mueren de amores".

En cuanto al sufrimiento de los niños en las guerras, de escuelas y hospitales destruidos, afirmó que una sola lágrima de un niño pesa más que todas las razones que se esgriman para justificar la violencia. Recordó las palabras de Pablo VI: "La paz es posible porque es posible el amor", y pidió que brote el grito "ha estallado la paz".

Santos jóvenes
Recordó que ese día fueron canonizados en Roma los jóvenes Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, y consideró que sus vidas pueden inspirar a los jóvenes a buscar y hallar la voluntad de Dios con generosidad.

Finalmente, pidió por la patria y por las elecciones. Se refirió a los debates legislativos recientes sobre beneficios a jubilados y cuestionó el uso del tiempo parlamentario, señalando la diferencia de tratamiento entre decisiones que afectan a los propios legisladores y a otros sectores vulnerables.

El cardenal Rossi concluyó pidiendo "que el Señor nos ayude a no perder el pudor".+