Miércoles 13 de noviembre de 2024

El obispo de Formosa propone reflexionar sobre tres actitudes de la Virgen

  • 7 de julio, 2023
  • Formosa (AICA)
En el mes dedicado a María del Monte Carmelo, monseñor José Conejero Gallego anima a los formoseños a meditar sobre estas acciones marianas: escuchar, levantarse y caminar, y acompañar.
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El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, destacó que julio es el mes que la comunidad formoseña dedica a la Virgen del Carmen, madre y patrona de la diócesis y de la provincia, y que lleva por lema “Santa María escucha, se levanta y camina, nos acompaña”.

“Más allá de todos los avatares y vicisitudes del momento presente en que vivimos, la llegada de estos días, pensando y celebrando a la bienaventurada Virgen, madre de nuestro Redentor y de la Iglesia, nos llena de gozo; porque Ella es, verdaderamente, causa de nuestra alegría, tal como la invocamos; recordando, también, el lema nuestro primer obispo, Raúl Marcelo: ‘Vida, dulzura y esperanza nuestra’”, recordó.

En su editorial mensual en el periódico Peregrinamos, el prelado formoseño propuso reflexionar sobre tres actitudes y acciones de María:

  • escuchar: María es la mujer de la escucha. Escucha la Palabra de Dios, su designio, su voluntad; para después, fiel y libremente, aceptarla y ponerla en práctica. Por eso mismo, es llamada dichosa;
  • levantarse y caminar: "En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá." Sin demora, con presteza y alegría, responde a la moción del Espíritu Santo, como los discípulos-misioneros de Jesús que cooperan en la regeneración de los hombres;
  • acompañar: María acompaña siempre. Intercede en la boda de Caná, ante la necesidad; erguida, de pie junto a la Cruz de su Hijo, asociada a su sacrificio redentor; íntimamente unida en oración, con los Apóstoles, aguardando la venida del Espíritu Santo.

“Reconocemos, verdaderamente, que María es ‘signo de esperanza cierta y de consuelo para el peregrinante Pueblo de Dios’, y deseamos ardientemente crecer en amor filial hacia nuestra Madre e imitar sus virtudes”, subrayó el prelado.

Por último, monseñor Conejero Gallego le pidió a María del Monte Carmelo, Madre de Formosa: "Que intercedas por nosotros ante tu Hijo Jesús, nuestro único Redentor, para que seamos como tú: humildes, fieles y obedientes a la voluntad de Dios; que sepamos escuchar, levantarnos con prontitud y acompañar a los hermanos, y que cooperemos, con alegría y generosidad, a la paz, la concordia y la fraternidad universal”.+