Mons. Colombo: 'Sólo un corazón trabajado por Dios puede vivir auténticamente feliz'

El arzobispo de Mendoza reflexionó sobre la justicia divina y la humildad ante Dios, e invitó a vivir el tiempo electoral con compromiso por el bien común y espíritu fraterno.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió la misa dominical en la parroquia San Antonio de Padua, de la localidad mendocina de Las Heras, donde reflexionó sobre las lecturas del día y la enseñanza de Jesús acerca de la justicia y la verdadera actitud del corazón ante Dios.

"La Palabra de Dios nos viene proponiendo una y otra vez el tema de la justicia y de los jueces -expresó el prelado-, no para quedarnos en críticas o desilusiones frente a la justicia humana, sino para elevar la mirada hacia la justicia divina".

En esa línea, subrayó que Dios "es justo juez, por encima de toda acepción de personas o intereses sectoriales, y su gloria es que el hombre viva, ofreciéndole siempre oportunidades de conversión".

Revisar la manera de juzgar a los demás
Monseñor Colombo invitó también a revisar la manera en que se juzga a los demás: "La mirada de Dios es abierta, compasiva y atenta a nuestro bien, mientras que nosotros muchas veces miramos con prejuicio, con poco de indulgencia y fraternidad".

Al comentar el Evangelio, el arzobispo contrastó las figuras del fariseo y el publicano: "El primero se presenta ante Dios desde la autosuficiencia del cumplimiento; el segundo, desde la humildad del que reconoce su fragilidad y pide misericordia".

Jesús -afirmó- confronta ambas actitudes para que cada creyente se pregunte: "¿Dónde estoy parado? ¿Soy capaz de mirarme de verdad y decirle a Dios: 'Misericordia, Señor, quiero caminar con vos'?".

"Sólo con un corazón atento a la propia realidad y trabajado por Dios podemos ser verdaderamente felices, auténticamente nosotros mismos", aseguró.

Pedir la gracia de la amistad social
Finalmente, en el contexto de las elecciones legislativas que se desarrollan este domingo, monseñor Colombo alentó a "unirnos como pueblo para pedir a Dios la gracia de la amistad social, la atención preferencial por los pobres y un compromiso decidido por el bien común".

"Animamos a todos a participar de este turno electoral, en el que cada voto y cada parecer expresan el deseo de construir una patria de hermanos. Recemos por este país que queremos, para estrecharnos fuertemente con amor de hijos de Dios y hermanos de todos", concluyó.+