Mons. Conejero Gallego: "Obremos siempre en la verdad y en el bien"
- 5 de agosto, 2021
- Formosa (AICA)
El obispo de Formosa sugirió recordar las enseñanzas del Concilio Vaticano II ante la proximidad de las elecciones y la probabilidad de recibir "múltiples e insistentes" propuestas de los candidatos.
 Editorial mensual del obispo de Formosa
										Editorial mensual del obispo de Formosa
									El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, recordó que “las exigencias necesarias para ser auténticamente libres y crecer en el verdadero y pleno desarrollo, tanto personal, familiar, como socio-político-económico, son la verdad y el bien”.
En su editorial en el periódico diocesano Peregrinamos, el prelado lamentó que “la mentira y el mal estén enquistados, muy extendidos y a la orden del día en nuestra sociedad actual”.
“Una democracia, sin valores ni principios morales que respeten y salvaguarden la dignidad de la persona, olvidando el bien común como fin principal de la acción de la política, utilizando cualquier medio para ‘conquistar, mantener o aumentar a cualquier costo el poder’, destruye la convivencia social y está abocada a su disolución”, advirtió.
“Así de clara y tajante es la enseñanza social de la Iglesia”, aseveró citando la encíclica Veritatis splendor, de san Juan Pablo II.
Monseñor Conejero Gallego señaló que seguramente, durante agosto, se recibirán “múltiples e insistentes” mensajes y propuestas de los candidatos a la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación.
En este sentido, el obispo formoseño recordó e invitó a tener muy presentes las exhortaciones del Concilio Vaticano II: “Los partidos políticos deben promover todo lo que a su juicio exige el bien común; nunca, sin embargo, está permitido anteponer intereses propios al bien común. Y cuantos ejerzan esa ‘difícil y noble’ tarea de la política: Luchen con integridad moral y con prudencia contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un solo partido político; conságrense con sinceridad y rectitud, más aún, con caridad y fortaleza política, al servicio de todos’”.
“Los catequistas, los niños y adolescentes misioneros, en su mes, los abuelos y las personas mayores, con su enseñanza y testimonio, nos ayuden a progresar en la fe, alentarnos en la esperanza, a vivir y obrar siempre en la belleza de la verdad y del bien, condiciones y exigencias necesarias para alcanzar la auténtica libertad”, concluyó.+

