Mons. Martínez señaló la necesidad de ligar la oración a la vocación y misión
- 27 de julio, 2022
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas destacó que el hombre o la mujer que oran, "no solo alimentan su vida espiritual, sino que, sobre todo, se humanizan".
Carta semanal del obispo de Posadas
El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, recordó que “todos los bautizados estamos llamados a ser hombres y mujeres de oración”, pero subrayó que “cada uno tiene que ligar la espiritualidad, devoción y oración a la vocación y misión que tiene”.
“La verdadera oración no complica, sino que nos permite hacer bien las ocupaciones propias de nuestra vocación y misión”, destacó en su reflexión semanal.
“Esto puede ayudarnos a reflexionar sobre la necesidad de oración que tienen los laicos que, por su propia vocación, están ligados a tantas situaciones que muchas veces parecen contraponerse a las cosas de Dios”, agregó.
El prelado posadeño advirtió que “es erróneo pensar que la espiritualidad y la oración están ligadas solamente a los momentos en que estamos en el templo. Si creemos esto, corremos el riesgo de estar generando una ruptura entre la fe y la vida cotidiana”.
“Quizás tengamos que aprender a orar las situaciones -como lo hace tanta gente con sencillez y espontaneidad- con una jaculatoria, o bien tocando una imagen, invocando a nuestro Padre Dios, como en el Padrenuestro, o bien elevando una petición, como los pobres que piden, porque se saben necesitados”, indicó.
Monseñor Martínez sostuvo que “es necesario que los laicos tengan algún rato de oración personal o de adoración eucarística, retiro espiritual o participación en los momentos comunitarios y litúrgicos, pero es también indispensable que oren desde las situaciones que les toca vivir a diario, que sean de algún modo, ‘contemplativos en la acción’”.
“Siempre nos encontramos con alegrías, tristezas, desengaños, sufrimientos propios y ajenos. Todo esto podemos elevarlo a Dios como agradecimiento, alabanza o petición”, puntualizó, y señaló: “Por eso en el Evangelio de este domingo, el Señor nos propone la parábola del ‘amigo insistente’, en el contexto del tema de la oración. Nos promete que a quien pide con insistencia ‘le dará todo lo necesario’”, afirmó.
“Es cierto que no es fácil reflexionar sobre la oración en un tiempo en que se olvida a Dios. Quizás por eso mismo tenemos que recordar que el hombre o la mujer que oran, no solo alimentan su vida espiritual, sino que, sobre todo, se humanizan”, concluyó.+
