Mons. Olivera: 'María es nuestra estrella, luz y faro en el océano de la vida'

El obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad presidió las fiestas de la Bienaventurada Virgen María en la catedral Stella Maris. También celebró su 17 años de ordenación episcopal.

El obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, presidió, el 18 de agosto, la misa en acción de gracias por la fiesta de la Bienaventurada Virgen María, bajo la advocación Stella Maris.

La Eucaristía fue en la catedral Stella Maris, del barrio porteño de Retiro, donde el obispo también celebró sus 17 años de ordenación episcopal.

Concelebraron el vicario general, monseñor Gustavo Acuña; el canciller, presbítero Carlos Terceiros Muiños, el rector de la catedral, presbítero Hernán Vigna; el rector del Seminario diocesano, presbítero Daniel Díaz Ramos, y capellanes de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad. 

Acompañaron los diáconos Carlos Paz, Agustín Cañamero, Gustavo Varela, Luis Montiel y Lucas Garcilazo y participaron autoridades de las fuerzas.

María, la estrella que nos guía
"En esta Eucaristía en la cual celebramos, sin lugar a dudas, a Nuestra Madre Stella Maris, la titular de esta iglesia catedral y patrona de la Armada Argentina, de la Prefectura Naval Argentina y la Marina Mercante", destacó en la homilía.

"Stella Maris es una advocación sin origen preciso. En general, los marinos así la veneran desde tiempo inmemorial, pues en la oscuridad de la noche, los navegantes, durante siglos, se guiaban por las estrellas para llegar a puerto. Para los creyentes, es María, la estrella que nos guía al puerto final, el de la bienaventuranza eterna. María es, sin duda nuestra estrella, nuestra luz y faro en el 'océano de la vida'", graficó.

Monseñor Olivera dijo que para él esta celebración era "motivo de agradecimiento", por celebrar un aniversario más de su ordenación episcopal, "para servir a la Iglesia, primero en la diócesis de Cruz del Eje y desde 2017 a esta Iglesia particular, personal, que peregrina en el Obispado para las Fuerzas Armadas y Federales de Seguridad".

"En estos más de ocho años en que voy recorriendo la extensa diócesis, he descubierto una vida admirable de fe cristiana, amor y sentido de familia que estoy seguro en muchos, con el deseo de seguir creciendo en ello, en otros, con el deseo de 'volver a la orilla' donde el Señor llama a una vida cristiana y comprometida. Como decía, más de ocho años, no sólo recorriendo la extensa diócesis en sentido geográfico, sino también tocando 'puertos de tantos corazones' que, renovados, se animan a meterse mar adentro de la propia existencia, para vivir según el querer de Dios, escuchando de María decir: 'Hagan lo que Jesús les diga'", concluyó.

Finalmente, el obispo invitó a depositar, con total confianza, "en manos de nuestra patrona, la Virgen Stella Maris, la vida de nuestras queridas, Armada, Prefectura Naval y Marina Mercante, con todos sus proyectos, deseos y emprendimientos".

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