San Luis: Fiesta patronal y conmemoración de los 431 años de fundación de la ciudad

El obispo Gabriel Barba presidió la misa en honor al santo patrono de la diócesis y de esa provincia. "Damos gracias a Dios por tan grande santo que nos ha dado como patrono", manifestó.

La diócesis de San Luis celebró hoy 25 de agosto la fiesta de su santo patrono, San Luis Rey de Francia y también los 431 años de fundación de la ciudad con una misa en la catedral Inmaculada Concepción presidida por el obispo, monseñor Gabriel Barba, y una peregrinación por las calles de la ciudad.

La Eucaristía fue concelebrada por los sacerdotes del clero y participó de la celebración eucarística, el gobernador de la provincia, Claudio Poggi; el presidente provisional del Senado de la Nación y oriundo de San Luis, Bartolomé Abdala; el intendente de la ciudad, Gastón Hissa; autoridades del Concejo Deliberante, entre otras autoridades provinciales y representantes de las diversas fuerzas de seguridad, de colegios confesionales y fieles de diversas comunidades parroquiales.

En sus palabras, monseñor Barba manifestó: "Nos encontramos hoy para dar gracias a Dios por tan grande santo que nos ha dado como patrono, de la ciudad y de la provincia". 

"Llevamos nada menos, como provincia y como diócesis el nombre de un santo. Esto nos invita desde el mismo origen hasta la realidad que vivimos hoy, a tenerlo no solo como patrono, sino especialmente a imitar sus virtudes, saltando las distancias históricas y del tiempo, para hacer vivo y presente hoy el mensaje de Jesús, la Buena Noticia del Evangelio, la construcción del Reino en medio del mundo", continuó.

El pastor diocesano recordó que San Luis fue "un rey que llegó a la santidad. ¡Nada menos! Terciario Franciscano que supo sintetizar en estructuras de poder, el Evangelio vivo, que ilumina y transforma toda realidad. Nada queda fuera del proyecto del Reino de Dios".

Señaló que el santo patrono fue "hijo, esposo y padre que vivió la fe primero desde su propia Iglesia doméstica y también, desde su difícil lugar y función como gobernante. Estuvo siempre atento a practicar la justicia, fue sensible con los pobres y cristiano comprometido. Cuando la búsqueda de la santidad se hace vida comprometida en su propio tiempo, se hace entonces creíble y auténtica y, traspasa los límites del tiempo y de la historia, para que, desde la eternidad siga irradiando luz a tiempos futuros, en nuestro caso, a nuestro propio presente". 

"San Luis nos invita al amor de Dios"
"Fe y vida, contemplación y acción. No religiosidad sin corazón, sin sentimientos, sin alegría. Fe que transforma desde la alegría de quien se siente salvado por amor y está dispuesto a cargar la cruz. Sin duda eso lo podemos ver simbolizado en la corona de espinas que con tanto esfuerzo adquirió como un verdadero tesoro para su reino y para toda la Iglesia. Para todos los creyentes y que a la fecha sigue expuesta a veneración en la reciente restaurada Iglesia de Notre Dame de Paris", enfatizó.

Monseñor Barba continuó: "A los hijos de la Iglesia de San Luis, el legado de nuestro patrono nos invita al amor de Dios y a la vida eclesial viviendo con un corazón puro que lo alabe tanto en el Culto Divino como en la cercanía a los más pobres". 

Y finalizó: "Hoy quiero que con esta celebración religiosa demos gracias a Dios por la vida e historia de nuestra querida provincia de San Luis. Nacida como ciudad y devenida más tarde en provincia. Si hay algo que tiene peso histórico en esta fecha es que siempre se ha celebrado al santo patrono, eso fue anterior a la celebración de la fundación como tal". 

"Tenemos una historia en donde no podemos certificar con exactitud acerca de cómo fue exactamente la fundación. No hay actas, pero sin embargo en esta celebración de sus 431 años, tenemos la certeza de que celebramos la vida como pueblo que peregrina por estas tierras con identidad propia, iluminados por nuestro gran patrono que nos ha dejado también para nosotros, un ejemplo de vida", concluyó.

Luego de la celebración se realizó la tradicional y multitudinaria procesión con la imagen del santo por las calles de la ciudad.+