El obispo de San Francisco destacó que "las palabras de la absolución son preciosas y tienen una eficacia incomparable" y que el perdón de Dios "ha pasado por mi persona, por mis labios y manos".
"Que el Señor nos conceda en esta Cuaresma un profundo encuentro con el amor misericordioso de Jesús para vivir así una auténtica conversión", pidió en su reflexión semanal.
"En la virtud de la esperanza se entiende y afirma el hombre ante todo como ser creado, como criatura de Dios", destacó el obispo de San Miguel en una primera carta sobre el Año Jubilar.
"Que podamos, cada uno de nosotros, experimentar el amor de Dios, dejarnos perdonar y acariciar por Él y ser mucho más buenos entre nosotros", pidió el arzobispo de Buenos Aires.