Fue antes de asomarse al balcón central de la basílica para la oración del Regina Coeli. El pontífice también se detuvo a rezar ante las tumbas de sus predecesores.
El Papa León XIV reveló su escudo de armas y lema, que reflejan claramente sus raíces agustinianas.
El pontífice veneró la imagen de Nuestra Señora del Buen Consejo, tras haber rezado ante la tumba de Francisco, a su regreso al Vaticano.
El día de su elección, el papa León XIV llevaba una cruz pectoral que contenía reliquias de santos vinculados a la orden agustiniana: las de san Agustín y la madre del santo, santa Mónica.