Viernes 31 de octubre de 2025

'Hablen al corazón, enseñen con amor' pidió el Papa a los maestros

  • 31 de octubre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"Yo también fui maestro", dijo León XIV en otro encuentro para celebrar el Jubileo del Mundo de la Educación. En esta ocasión, los maestros se reunieron en la Plaza de San Pedro.
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El papa León XIV compartió hoy, con los miles de maestros congregados en la Plaza de San Pedro con motivo del Jubileo de la Educación, su visión de la educación, inspirada en las escuelas agustinas. El pontífice advirtió sobre el peligro de subestimar el papel de la educación, pues ello amenaza nuestro futuro. 

Haciendo referencia a las experiencias y enseñanzas de san Agustín, el Papa animó a los maestros a basar su misión en cuatro pilares: vida interior, unidad, amor y alegría.

La verdad se encuentra en el interior
Hablando de la vida interior, el Sucesor de Pedro citó dos frases de su maestro espiritual: "El sonido de las palabras llega a los oídos, pero el Maestro está dentro"; "Si el Espíritu Santo no los instruye interiormente, se irán sin saber". 


"San Agustín -dijo León XIV- nos recuerda que es un error pensar que bastan las palabras bellas o las buenas aulas, laboratorios y bibliotecas para enseñar. Estos son meros medios y espacios físicos, ciertamente útiles, pero el Maestro está dentro. La verdad no se difunde a través de sonidos, paredes y pasillos, sino en un encuentro profundo entre personas, sin el cual cualquier empresa educativa está condenada al fracaso".

El corazón habla al corazón
El Papa señaló que, en el mundo actual, dominado por las pantallas y la tecnología, tanto estudiantes como profesores encuentran difícil profundizar en su interior. Olvidan lo que san Juan Enrique Newman expresó en la frase "Cor ad cor loquitur: el corazón habla al corazón", y lo que san Agustín recomendó con las palabras: "No salgas al mundo, vuelve a ti mismo: en el interior del hombre reside la verdad".

El Santo Padre prosiguió hablando sobre la importancia de la comunidad en la labor educativa. Refiriéndose a su lema episcopal, enfatizó que solo en Cristo encontramos la verdadera unidad.

El conocimiento por sí solo no basta, necesitas amor
Al hablar del amor como fundamento del proceso educativo, el Santo Padre enfatizó que "compartir el conocimiento no basta para enseñar: el amor es necesario. Solo así el conocimiento será útil para quienes lo reciben, por sí mismo y, sobre todo, por el amor que conlleva. La enseñanza jamás puede separarse del amor". 


León XIV también citó un pareado de san Agustín sobre el amor a Dios y al prójimo: "El amor a Dios es lo primero en el orden del mandato, pero el amor al prójimo es lo primero en el orden de su ejecución".

Infravalorar el trabajo de los docentes amenaza el futuro
El pontífice señaló que el problema de nuestras sociedades radica en que ya no reconocen la labor de los maestros y educadores. "Seamos cautelosos, sin embargo -exhortó-. Menospreciar el papel social y cultural de los educadores es como hipotecar nuestro propio futuro, y una crisis en la transmisión del conocimiento conlleva una crisis de esperanza".

Despierta la alegría en el alma
León XIV recordó que los verdaderos maestros enseñan con una sonrisa y su tarea es despertar alegría en el alma de sus alumnos. Hoy, sin embargo, "observamos los crecientes síntomas de una fragilidad interior generalizada en todas las edades. No podemos ignorar estos silenciosos gritos de auxilio; al contrario, debemos esforzarnos por encontrar sus causas más profundas". 

"La inteligencia artificial, en particular, con su conocimiento técnico, frío y estandarizado, puede aislar aún más a los alumnos que ya se encuentran aislados, dándoles la ilusión de que no necesitan a los demás o, peor aún, la sensación de que no son dignos de ellos. El papel de los educadores, en cambio, es un deber humano, y la alegría del proceso educativo en sí es enteramente humana, como una "llama que puede fundir muchas almas en una", concluyó.+